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09 February 2021

El incremento de la ofensiva censora de las Big Tech tras lo ocurrido el 6 de enero en el Capitolio washingtoniano no solo ha centrado el interés preocupante entre quienes libramos, desde distintos ámbitos, la necesaria batalla contracultural y contrarrevolucionaria.

Determinadas personalidades de prestigio del ámbito tecnológico, también han dado su parecer sobre el futuro de la red de redes. Quizá “no se hayan pronunciado políticamente”, pero no interesa aquí tanto la forma como el fondo de la cuestión, desde un prisma más profesional y técnico.

Hablaremos de Tim Berners-Lee, ingeniero informático cuya contribución más destacada fue la World Wide Web (el acceso y uso de Internet tal y como lo conocemos), desarrollando la prim

era página web (inventando así los primeros documentos de hipertexto, en HTML), el primer web browser y el primer servidor HTTP.

En una reciente entrevista, enfatizó en la importancia de descentralizar la web y “recuperar el poder” que tendrían estos momentos determinadas fuerzas a considerar como centralizadoras. Consideró que con esto, las Big Tech (Google, Twitter, Amazon y Facebook inter alia) estarían en juego.

Al mismo tiempo, aconsejó que los individuos pudiesen tomar el control de sus propios datos. En esta línea iría una plataforma web en la que estarían trabajando con el Instituto Tecnológico de Masachussets (MIT), llamada Solid. Combinaría calendarios, chats y contenidos multimedia, pero sin ninguna clase de dependencia externa.

Con ello, el usuario internauta, al beneficiarse de un contenedor llamado pod (este concepto es muy familiar sobre los containers de la plataforma de administración de contenedores y microservicios en la nube conocida como Kubernetes), tendría un seguro fáctico de su privacidad. 

De todos modos, lo importante es que una personalidad de esta categoría ya habría abierto, en los ámbitos más apolíticos, el debate en pro de una descentralización más avanzada, que fuese en consonancia con la esencia misma de dispersión y distribución de la red de redes.

Y es que, en las últimas semanas, están desarrollándose movimientos en los ámbitos tecnológicos que si no están contribuyendo a dar forma a nuevos conceptos de oferta alternativa en servicios como pudieran ser los de la Web 2.0, estarían ya preocupando a las grandes corporaciones tecnológicas.

El código abierto es ya un factor preocupante para Google

Si bien es cierto que hace más de un lustro, corporaciones como Microsoft comenzaron a relajar su reticencia al código abierto (fomentar la “integración” con Linux y Unix fue una prueba de ello)y que parte del software de Google emanó de núcleos no privativos, parece ser que ahora entran preocupaciones.

Las preocupaciones varias sobre la privacidad y la escalada de restricción de acceso a contenidos que no verifiquen la “verdad oficial” del consenso “progre-sociata” han llevado a muchos no solo a buscar alternativas en el social media, sino en la manera de navegar por Internet o en el entorno de los sistemas operativos.

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