A pesar de que en la reposición parcial del procedimiento el Tribunal Segundo de Juicio Oral anuló unas pruebas ofrecidas por los fiscales, por la falta de una cadena de custodia adecuada, eso no alteró su decisión de volver a declarar culpables a los primos David "N" y Ángel "N", por los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa.

Esta nueva resolución fue emitida por unanimidad por los integrantes de este tribunal, María del Socorro Tamayo Aranda, Sergio Marfil Gómez y Verónica Burgos Pérez, quienes argumentaron que la anulación de varias pruebas de la Fiscalía, por la falta de la cadena de custodia, y las declaraciones ofrecidas por la defensa de los acusados no fueron suficientes para desvirtuar, más allá de toda duda razonable, la teoría del caso expuesta por los fiscales.

Incluso señalaron que las testimoniales de la defensa cayeron en versiones contradictorias, lo que le restó credibilidad a esas versiones.

Por ello y por unanimidad emitieron el fallo de culpabilidad a estos dos sujetos y fijaron para mañana, la audiencia de individualización de sanciones.

El 26 de octubre de 2019, estos dos individuos fueron sentenciados a 26 años 10 meses de prisión, tras ser hallados culpables de los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa, por hechos ocurridos en la madrugada del 25 de diciembre de 2017, en la colonia Bojórquez de la capital yucateca.

Los hechos

Como se recordará, los hechos se registraron el 25 de diciembre de 2017 a las 3:00 horas en la calle 59-L entre 90 y 92 de la colonia Bojórquez, cuando la víctima Roberto "N" acudió al predio de David "N" y Ángel "N", de la mencionada calle, donde estuvieron consumiendo alcohol.

En un momento determinado surgió una discusión, y a puñetazos y puntapíés los anfitriones sacaron del lugar a la víctima, que corrió rumbo a su casa, ubicada a unos metros del lugar.

Sin embargo, los ahora sentenciado le dieron alcance y David, después de agredirlo nuevamente, le clavó un cuchillo en la zona del corazón.

Esta acción fue presenciada por la mujer y la hija de Roberto, una menor de 6 años de edad.

Uno de los agresores entró a la vivienda donde momentos antes estaban festejando, en tanto que el otro se dio a la fuga, pero no llegó lejos porque fue detenido por elementos de la Policía Estatal.