A un año de la pandemia, un total de 51 mil 836 quintanarroenses aún no han logrado recuperar su empleo, la mayoría enfocados al sector turístico y de servicios. Solo unos cuantos han podido emprender pequeños negocios informales para garantizar algún ingreso.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del primer trimestre del 2021 revelaron que el sector de transportes, comunicaciones, correo y almacenamiento de Quintana Roo aún no ha recuperado 16 mil 707 empleos perdidos, mientras que el se restaurantes y servicios de alojamiento sigue sin reponer las 16 mil 277 plazas que se perdieron en el último año.
El resto corresponde a empleos perdidos de los sectores primario y secundario.
Según los números dados a conocer recientemente, la población económicamente activa (PEA) de Quintana Roo es 919 mil 059 personas, de las cuales, únicamente 843 mil 622 se encuentran ocupadas, es decir, tienen trabajo. El año pasado la PEA fue de 922 mil 804 personas, con una ocupación de 895 mil 458.
Cancún figura como la ciudad con la mayor tasa de desocupación del país, con un 10.9%. Le siguen la Ciudad de México con 7.4% y León, con 6.9%. El promedio nacional es de casi la mitad, con un tasa de desocupación del 5.5%.
El año pasado la “joya turística del Caribe” tenía un tasa de desocupación del 4.8%, lo que significa que la pandemia duplicó esta cifra.
Actualmente, un total de 75 mil 437 personas se encuentran sin trabajar en el estado, pero han estado buscando empleo en el último mes, una cifra 176% mayor a la del mismo periodo del año pasado.
De este grupo, 26 mil 590 decidieron autoemplearse en un negocio informal, sobre todo en el sector comercial, para poder sobrevivir.
La encuesta también destaca un dato no tan favorable para los trabajadores: cada vez están más dispuestos a trabajar más tiempo de lo que su ocupación actual les demanda.
En el 2019, solo 59 mil 946 personas estaban dispuestas a hacer este sacrificio para mantener su empleo o poder obtener uno. Ahora, 103 mil 749 ofrecen esta disponibilidad sin que sus jefes se los pregunten.
La información señala que en años anteriores las mujeres estaban menos dispuestas a hacer este “plus laboral”, por la cuestión de que la mayoría señalaba que le era imposible por dedicarse a las tareas del hogar o del cuidado de los hijos.
Sin embargo, ante la situación crítica actual, el porcentaje de trabajadoras dispuestas a trabajar horas extras subió de un 22% a un 48%.