La pandemia de COVID-19 provocó que más de 150 tianguistas decidieran tramitar un permiso de ausencia, número que hasta hace tres meses era de sólo 80 vendedores, quienes temen un posible contagio.
Melitón Ortega Ramírez, líder de la Unión de Tianguistas y Comerciantes Ambulantes en Quintana Roo, explicó que la mayoría de estos son personas vulnerables, adultos mayores o con alguna complicación de salud, quienes optan por ausentarse de manera indefinida.
Y es que alrededor del 25% (375) de los mil 500 vendedores afiliados carecen de acceso a los servicios de salud, por lo que en caso de enfermedades, estos suelen recurrir al sindicato para cubrir su atención.
Debido a esta situación, muchos decidieron optar por ausentarse de sus puestos para evitar contagios, sin embargo, no han perdido su lugar, ya que solicitan un permiso por determinado tiempo, el cual lo pueden renovar hasta que puedan volver al tianguis.
El entrevistado, indicó que ante el aumento de casos no se les ha notificado de nuevas medidas, sin embargo, seguirán laborando con los protocolos que ya tienen y que consiste en la instalación de filtros sanitarios, dotar de agua y jabón los puestos, uso de cubrebocas y alcohol en gel.
“Si llegamos a rojo, ya dijo el gobernador que va a cerrar todos los tianguis, por eso estamos combatiendo los contagios. En la mañana nos llegó un paquete de mil cubrebocas, de los que ya repartimos 500”, dijo.
Ortega Ramírez, indicó que pese a los esfuerzos, todavía hay personas que se resisten a seguir los procedimientos, dentro y fuera de estos espacios.
“La autoridad no está haciendo mucho fuera de aquí, ves a la gente caminando sin cubrebocas en las calles y no ves una patrulla ni nada, en lugares donde pasa mucha gente, es ahí donde hace falta la iniciativa de la policía”, dijo.
El entrevistado añadió que el cierre de los tianguis sería un duro golpe para las más de tres mil familias que dependen de las ventas y de otras actividades que se realizan en torno a los tianguis.