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20 April 2022

El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, uno de los mandatarios republicanos más de derecha del país, firmó este martes un proyecto de ley que fue aprobado por una enorme mayoría en la Asamblea Legislativa, que hace ilegal realizar un aborto en el estado, excepto en emergencias médicas cuando corre peliro la vida de la madre.

La legislación penalizará a los médicos que hagan el procedimiento con hasta 100.000 dólares en multas y 10 años de prisión, incluidas los que prescriban las pastillas que inducen abortos.

Queremos elegir la vida en Oklahoma. Queremos rechazar los abortos en el estado de Oklahoma”, dijo Stitt al firmar el proyecto de ley en una conferencia de prensa.

Oklahoma se había convertido en un destino frecuente para las mujeres de Texas que buscaban abortos desde que el Estado vecino prohibió en septiembre los abortos para embarazos a partir de las seis semanas.

Los proveedores de servicios de aborto de Planned Parenthood en Oklahoma anunciaron que registraron un aumento de casi 2.500% en pacientes provenientes Texas en los meses posteriores a la entrada en vigencia de la ley de Texas en comparación con el mismo período en 2020.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, condenó la prohibición en un comunicado y pidió al Congreso en nombre de Biden que apruebe una legislación que codifique el derecho al aborto a nivel nacional, pasando por encima de los estados.

“Las acciones de hoy en Oklahoma son parte de una preocupante tendencia nacional que ataca los derechos de las mujeres y la Administración Biden continuará apoyando a las mujeres en Oklahoma y en todo el país en la lucha para defender su libertad de tomar sus propias decisiones sobre su futuro“, dijo Psaki.

En los últimos meses, varios estados liderados por republicanos han estado aprobando rápidamente prohibiciones contra el aborto cada vez más estrictas con la anticipación de que una decisión inminente de la Corte Suprema de los Estados Unidos podría ayudar a cementar estas medidas.

La Corte Suprema debe dictaminar a fines de junio sobre un caso que llegó al máximo tribunal por una ley de Mississippi que limita el aborto más allá que la decisión del fallo Roe v. Wade de 1973, que sentó la jurisprudencia y despenalizó la práctica en el país.

La mayoría conservadora que tiene la Corte Suprema, implica que es probable que el fallo de los jueces anule la jurisprudencia que el año que viene cumpliría 50 años y ha llevado a más de 60 millones de abortos legales en ese periodo.

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