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15 February 2022

El Gobierno canadiense suspendió temporalmente las libertades civiles y amenazó con congelar cuentas bancarias personales y corporativas. Es la arremetida más frontal del primer ministro, a quien muchos acusan de instaurar una dictadura en el país norteamericano.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, decidió invocar los poderes federales que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le había instado a usar días atrás. De esta manera aplicará el estado de emergencia nacional que lleva a la suspensión de libertades civiles para intentar frenar las protestas de camioneros que exigen el fin de las restricciones impuestas por la pandemia del COVID-19.

Era un recurso que Canadá no usaba desde hace 56 años y marca el inicio de una arremetida más frontal de parte de Trudeau, quien en un primer momento prefirió ocultarse. A finales de enero, a raíz de un fin de semana atestado de manifestantes en Ottawa, la capital del país, anunció que estaba contagiado de COVID-19.

Pierre Trudeau, el padre del actual primer ministro, activó la misma medida en 1970 a través de la Ley de Medidas de Guerra para combatir al Frente de Liberación de Quebec (FLQ), un grupo terrorista que secuestró al viceprimer ministro de Quebec y a un diplomático británico, recordó la agencia EFE.

Justin Trudeau aseguró que su medida en contra de la libre protesta no estaba limitando los derechos de reunión pacífica o la libertad de expresión. Sin embargo, con la decisión podría despejar el bloqueo de camiones y reabrir los cruces fronterizos.

 

Libertad en juego

Más allá de la vacunación obligatoria —en una sociedad que está más de 80 % inmunizada y se supone protegida contra el coronavirus— está el hecho de que ahora se pone en juego la libertad de los canadienses. En su momento más álgido, las protestas no solo tomaron el puente Ambassador, que comunica Canadá con EE. UU. entre Windsor y Detroit, sino varias partes del país, y quienes no salieron a las calles, dejaron constancia de su apoyo en la distancia.

Así fue como a través de Freedom Convoy, los camioneros canadienses recibieron más de 9 millones de dólares en donaciones a través de GoFundMe. Pero las presiones políticas provocaron que la plataforma les negara los fondos para supuestamente redistribuirlo en organizaciones aprobadas. Al final y luego de duras críticas como la del multimillonario Elon Musk, GoFundMe revocó la decisión y anunció el reembolso a los donantes.

Fueron muestras de respaldo que Trudeau está dispuesto a terminar con su estado de emergencia nacional. Hace tan solo un día, la Policía de Canadá despejó el importante puente internacional por el que transitan 25 % de las exportaciones hacia Estados Unidos. Hubo arrestos y los vehículos fueron retirados

Congelarán cuentas bancarias

«Si su camión está siendo utilizado en estos bloqueos ilegales, sus cuentas corporativas serán congeladas, el seguro de su vehículo será suspendido», aseveró Chrystia Freeland, viceprimera ministra de Canadá. De modo que la medida radical del gobierno en el país norteamericano llega luego de que varias provincias levantaran restricciones ante las presiones de los camioneros.

Para Trudeau el escenario sigue siendo complicado, sobre todo por los señalamientos de que Canadá podría haberse transformado en una dictadura con el decreto de emergencia nacional.

 

 

Freeland, quien también ocupa el cargo de ministra de Finanzas, dijo que el gobierno adicionalmente ampliará sus regulaciones contra el lavado de dinero para apuntar a los sitios de financiación colectiva que se utilizan para apoyar los bloqueos ilegales, replicó Associated Press.

El reto más grande para Trudeau

Las medidas «serán razonables», según el primer ministro. Aún así enfatizó que serán proporcionales a las presuntas amenazas y que su Gobierno no desplegará efectivos de las Fuerzas Armadas. Se desconoce cuándo serán puestas en práctica. Justamente Yves-François Blanchet, líder del soberanista Bloque Quebequés (BQ) rechazó el uso del ejército en Quebec y en el resto del país.

Para Wesley Wark, profesor de la Universidad de Ottawa y experto en seguridad nacional, toda la situación se convirtió en «la prueba más grande y severa a la que se ha enfrentado Trudeau”. Por su parte, el legislador opositor conservador Pierre Poilievre, declaró que el primer ministro “tiene protestas en todo el país, y ahora está cayendo en las encuestas, tratando desesperadamente de salvar su carrera política. La solución lo está mirando a la cara”.

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