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10 August 2021

 El expresidente de la Cámara de Representantes de EE. UU., Newt Gingrich, dispara la alarma por el aparente “falso bipartidismo” que contiene el proyecto de ley de infraestructuras por valor de US$3,5 billones presentado por los demócratas.

“Si la economía sigue ralentizándose y la inflación sigue aumentando, las elecciones de 2022 serán un momento de ahogo para los demócratas fracasados”, equivalente a suicidio político, considera Gingrich en su artículo publicado en Fox News el 8 de agosto. 

Asimismo, advierte a los legisladores republicanos que el proyecto de ley que se pretende como “de reconciliación” puede generar, “una deuda dramáticamente mayor y una economía mucho más débil”.

Gingrich reitera, como ya lo han hecho otros autores, que el proyecto invertirá poco en infraestructuras a pesar de que se titula así, y que debería llamarse; “Ley de Mayor Inflación y Mayor Deuda”.

En apoyo a esta percepción, cita el concepto emitido por la Oficina de Presupuesto del Congreso, (CRFB, por la sigla en inglés) sobre el proyecto de 3,5 billones de dólares, al que acompaña otro de 1,1 millones, aumentado el total a US$4,6 billones.

“Para finales de 2021, se prevé que la deuda federal en manos del público sea igual al 102% del PIB. La deuda alcanzaría el 107% del PIB (superando su máximo histórico) en 2031 y casi se duplicaría hasta el 202% del PIB en 2051”.

Y agrega otros posibles efectos: “Una carga de deuda creciente podría aumentar el riesgo de una crisis fiscal y una mayor inflación, así como socavar la confianza en el dólar estadounidense, haciendo más costosa la financiación de la actividad  pública y privada en los mercados internacionales”.

Más aún, el CRFB estimó que el proyecto de ley podría llegar a los 5,5 billones de dólares durante la próxima década. 

Gingrich también señala que en este costoso programa, que equivale a 27.000 dólares por casa estadounidense, los demócratas pretenden obtener una ventaja con el nombre de “proyecto de ley de reconciliación”.

De ser aceptado como tal solo necesitaría ser aprobado por 50 senadores y el vicepresidente del Senado, lo que equivale a que no haría falta la intervención de los senadores republicanos. 

Por su parte, el expresidente, Donald Trump, hace notar que este proyecto de infraestructura sería el inicio del polémico Nuevo Pacto Verde (Green New Deal, en inglés).

El Nuevo Pacto Verde ha sido impulsado por los progresistas durante décadas, de acuerdo con el autor Lee Edwards, y pretende una nación socialista.

“The Green New Deal no es solo un proyecto de Alexandria Ocasio-Cortez y sus compañeros de ruta, sino un plan para convertir a Estados Unidos en un estado socialista. Es la culminación de una campaña de 90 años, comenzada por Franklin D. Roosevelt y el primer New Deal”, escribió Edwards. 

Y agrega; “Los patrocinadores del Green New Deal, incluidos Ocasio-Cortez  y el senador Ed Markey enumeran estos objetivos: eliminar los combustibles convencionales (es decir, el petróleo, el gas natural y el carbón) para 2030 , solo una década a partir de ahora”.

También complementó: “implementar una garantía federal de empleo; modernizar todos los edificios de los Estados Unidos; reacondicionar el transporte con trenes de alta velocidad; y proporcionar atención de salud universal”.

Y finalizó escribiendo: “El Green New Deal es una amenaza directa para el espíritu estadounidense, que se transformaría irremediablemente si se convirtiera en ley”.

No obstante, Edwards coincide con Gingrich en que a través del Congreso hay una “oportunidad para promover el espíritu estadounidense”.

(BL es mundo)

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