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17 June 2021

Bajo el acecho de las presiones inflacionarias, el Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) dejó intacta su política utraacomodaticia al cierre de su reunión de dos días. El precio del dinero se mantuvo en un rango del 0% y el 0,25% mientras que el banco central mantendrá sin cambios sus compras mensuales de 80.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y 40.000 millones de dólares en activos respaldados por hipotecas.

"Los avances en la vacunación han reducido la propagación del covid-19 en Estados Unidos. En medio de este progreso y del fuerte apoyo político, los indicadores de actividad económica y empleo se han fortalecido. Los sectores más afectados por la pandemia siguen siendo débiles, pero han mostrado una mejora", rezó el comunicado.

En el mismo se recalcó como la inflación ha aumentado, "reflejando en gran medida factores transitorios" mientras las condiciones financieras generales siguen siendo acomodaticias, en parte como consecuencia de las medidas políticas de apoyo a la economía y del flujo de crédito a los hogares y las empresas estadounidenses.

"Si se fija, los sectores que están impulsando la inflación, como la gasolina o la madera, son sectores que se vieron muy afectados por la pandemia y están rebotando este año. Cuando se pase la escasez de oferta, los precios deberían estabilizarse o incluso caer", por lo que no están preocupados. Aun así, cree que "tenemos que ser muy humildes con los datos. Nunca hemos vivido algo así, por lo que no podemos sacar conclusiones demasiado rápido. Hay que ver cómo evolucionan los datos", afirmó Powell.

Sin embargo, la comitiva llegó acompañada de la actualización del cuadro macro y el diagrama de puntos (dot-plot) donde los 18 altos funcionarios de la Fed, de los cuales 11 cuentan con poder de voto este año, proyecta dónde se situarán las tasas a corto, medio y largo plazo. Si el pasado 17 de marzo, una clara mayoría (11 de 18) no observaba ninguna subida en el precio del dinero por lo menos hasta iniciado 2024, ahora la balanza comienza a inclinarse en otra dirección.

Así, en las últimas proyecciones, la mediana indica que los funcionarios de la Fed observan las tasas federales en el 0,6% en 2023, es decir, al menos se comienzan a telegrafiar dos subidas de tipos para entonces.

De esta forma, para entonces, solo cinco funcionarios apoyarían mantener las tasas en los niveles actuales, dos abogan por una subida de tipos de 25 puntos básicos, tres observan el precio del dinero en el 0,6%, es decir, sopesan al menos dos subidas de tipos, mientras otros tres sitúan las tasas en el 0,8% y tres más en el 1,1%. Dos de los partícipes en las proyecciones ven ya el precio del dinero incluso en el 1,6%.

Eso sí, para el próximo año, 11 funcionarios todavía siguen situando los tipos de interés entre el 0% y el 0,25%, cinco calculan ya una subida de tipos y dos hasta dos vueltas de tuerca de 25 puntos básicos cada una.

Aun así, Powell afirmó que "todavía no están hablando seriamente del tema" porque las subidas de tipos llegarán a largo plazo. "Nuestras herramientas ahora mismo son las compras de activos, y será lo primero que frenaremos. Ya lo hemos debatido y lo seguiremos tratando en los próximos meses". Por el momento, las compras de bonos del Tesoro seguirán en 80.000 millones de dólares mensuales, y las de hipotecas, en 40.000 millones.  

La economía mejorará, pero la inflación subirá

Todo ello llega avalado por un diagnóstico macro que constata la mejora de la economía pero hace crecer las presiones en los precios. De hecho, la Fed observa una inflación (PCE) del 3,4% en 2021, frente al 2,4% pronosticado en marzo. En 2022 se moderará al 2,1%, frente al 2% previsto y en 2023 será del 2,2%, frente al 2,1%. Asimismo, la Fed prevé también la inflación subyacente sobre el gasto de consumo personal (CORE PCE, por sus siglas en inglés) en el 3% este año, muy por encima de su meta media del 2%. Eso sí ésta se moderará hasta el 2,1% el año que viene y se mantendrá en el mismo nivel en 2023. 

En términos de crecimiento, el banco central mejora sustancialmente sus perspectivas con un PIB que avanzará este año un 7% y se moderará a un 3,3% en 2022 (sin cambios con respecto a marzo. Al año siguiente, la expansión seguirá perdiendo algo de fuelle hasta el 2,4%. Todo ello en un momento en que no se llevan a cabo grandes revisiones sobre el mercado laboral. La tasa de paro alcanzará en el ejercicio en curso el 4,5%, caerá hasta el 3,8% en 2022 y recuperará los niveles previos a la pandemia en 2023 al situarse en el 3,5%.

En los últimos meses, las empresas están viéndose obligadas a subir sus salarios para contratar nuevos trabajadores, ante la falta de personas buscando empleo. Para Powell, estos desequilibrios son temporales, mezcla de los efectos del coronavirus sobre las jubilaciones anticipadas y el miedo de muchos ciudadanos a volver al mercado laboral mientras la pandemia siga activa. Pero el presidente de la Fed cree que pronto "oferta y demanda se equilibrarán" y se alcanzará un nuevo equilibrio, sin que eso suponga una inflación salarial permanente. "Esperamos un mercado laboral fuerte en los próximos meses, y creemos que aún se puede crear mucho empleo sin que eso necesariamente dispare la inflación".

Hace tres meses, la Fed observaba la inflación subyacente sobre el gasto de consumo personal (CORE PCE) en el 2,2% para 2021, el 2% en 2022 y el 2,1% un año más tarde. Por su parte, atisbaba un crecimiento de EEUU en el 6,5% este año, el 3,3% el que viene y en el 2,2% en 2023. Al mismo tiempo esperaba que la tasa de paro descendería hasta el 4,5%, el 3,9% y el 3,5%, respectivamente. 

Desde su último encuentro a finales de abril, la evolución de los datos entrantes comienza a sentar la base para que la Fed avance en sus debates internos y resuelva los detalles que guiarán su reducción de compras de deuda, un proceso conocido como tapering en la jerga financiera.

Por ejemplo, aunque el aumento de las nóminas de 559.000 en mayo sorprendió a la baja, la cifra no fue tan decepcionante como la del mes anterior y, lo que es más importante, los datos de mayo muestran una aceleración secuencial del ritmo de crecimiento del empleo, con aumentos de las nóminas ligeramente por encima del punto de referencia de 500.000 que el vicegobernador de la Reserva Federal, Richard Clarida, considera saludable.

Mientras que todavía es pronto para que la Fed comience a reducir el ritmo de sus compras de activos, el banco central se encuentra en proceso de formalizar un plan del que podría adelantar detalles en el Simposio de Jackson Hole, en Wyoming, a finales de agosto, y cuya presentación formal podría producirse posteriormente en la reunión del 21 y 22 de septiembre o, incluso en diciembre. No obstante, en general, no se espera que la reducción de las compras comience antes del primer trimestre del próximo año.

(El ec0nom51sta)

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