La esperanza de los consumidores descendió ligeramente en mayo, y la mejora de las evaluaciones de las condiciones actuales se vio empañada por un giro negativo en las expectativas para este año.

El Conference Board informó el martes de que su índice de confianza del consumidor cayó a 117,2 desde la lectura de 117,5 de abril, el nivel más alto desde febrero de 2020, justo antes de que comenzara la pandemia.

El componente de expectativas del índice, que pide a los consumidores que miren hacia los próximos seis meses, inesperadamente giró a la baja, cayendo a 99,1 desde los 107,9 de abril.

La proporción de consumidores que esperan que las condiciones empresariales mejoren en los próximos seis meses cayó del 33,1% al 30,3%, mientras que la proporción que espera que las condiciones empresariales empeoren aumentó del 12,1% al 14,8%.  La proporción que espera más puestos de trabajo cayó del 31,7 al 27,2 por ciento, mientras que los que prevén menos puestos de trabajo aumentaron del 14,4 por ciento del mes pasado al 17,3 por ciento.

El lado de los ingresos estaba más equilibrado. El porcentaje de los que esperan que los ingresos aumenten disminuyó, pero también lo hizo el de los que esperan que los ingresos disminuyan.

El índice de la situación actual, basado en la evaluación de los consumidores de las condiciones actuales de los negocios y del mercado laboral, subió a la muy fuerte lectura de 144,3 desde el ya elevado 131,9.

Los consumidores están muy satisfechos con el mercado laboral actual. El porcentaje de los que dicen que los puestos de trabajo son «abundantes» pasó del 36,3% al 46,8%. Los que dicen que son difíciles de conseguir cayeron al 12,2 desde el 14,7 por ciento.

El porcentaje de los que dicen que las condiciones empresariales son buenas bajó un poco, del 19,4% al 18,7%. Pero esto se vio compensado por un descenso de los que dicen que las condiciones son malas, del 24,5% al 21,8%.

«La confianza de los consumidores estadounidenses, que había experimentado un fuerte repunte en los últimos meses, se mantuvo prácticamente sin cambios en mayo», declaró Lynn Franco, directora de Indicadores Económicos de The Conference Board. 

«La evaluación de los consumidores sobre las condiciones actuales mejoró, lo que sugiere que el crecimiento económico sigue siendo sólido en el segundo trimestre. Sin embargo, el optimismo a corto plazo de los consumidores se redujo, debido a las expectativas de desaceleración del crecimiento y de debilitamiento de las condiciones del mercado laboral en los próximos meses. Los consumidores también se mostraron menos optimistas este mes en cuanto a sus perspectivas de ingresos, lo que refleja, quizás, tanto las crecientes expectativas de inflación como la disminución de las ayudas públicas hasta que los pagos del crédito fiscal por hijos empiecen a llegar a los padres en julio.”

(Tierra pura)