Al concluir que existe un riesgo real de que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se suicide si es extraditado a Estados Unidos, un juez británico dictaminó el lunes que no será enviado al extranjero para enfrentar cargos.

"Estamos extremadamente decepcionados" con este fallo y "seguiremos buscando la extradición del Sr. Assange", fue la respuesta del Departamento de Justicia de Estados Unidos en un comunicado que alegaba que Estados Unidos había ganado el caso en todos sus puntos legales, incluidos los relacionados. a la libertad de expresión y motivación política. La administración de Estados Unidos continúa insistiendo en que las actividades de Assange ponen vidas en peligro.

La Casa Blanca aún no ha emitido su propia respuesta. En el pasado, el presidente Trump ha hecho declaraciones que indican su apoyo a Assange, una vez diciendo: "Amo WikiLeaks" después de que publicara correos electrónicos pirateados antes de las elecciones presidenciales de 2016 que avergonzaron a su entonces oponente, Hillary Clinton. Sin embargo, el secretario de Estado Mike Pompeo ha calificado a la organización como "un servicio de inteligencia hostil no estatal", y Assange todavía es buscado por 18 delitos relacionados con la liberación de grandes cantidades de registros militares confidenciales de Estados Unidos y cables diplomáticos. Si es declarado culpable, podría enfrentar una sentencia de hasta 175 años.

WikiLeaks ganó prominencia por primera vez en 2010, cuando publicó un video militar estadounidense que mostraba un ataque en Bagdad en el que murieron doce personas, incluidos dos periodistas de Reuters. Assange huyó a la embajada de Ecuador en busca de asilo poco después, donde permaneció durante los siguientes siete años. Después de un cambio de régimen en Ecuador, fue expulsado de la embajada y encarcelado en el Reino Unido por violar las condiciones de la fianza. Fue entonces cuando Estados Unidos pidió formalmente al gobierno británico que lo extraditara.

En su resumen, la jueza Vanessa Baraitser rechazó los argumentos de la defensa de que Assange estaba siendo perseguido por razones políticas y negó que se estuviera atacando su libertad de expresión. Además, no aceptó que Assange no tuviera garantizado un juicio justo si era extraditado. En cambio, se centró en la probabilidad de que si lo encarcelan en los EE. UU., Assange probablemente sea enviado a una instalación de máxima seguridad (SAM) y que "si se somete a las condiciones extremas de los SAM, la salud mental del Sr. Assange se deteriorará a el punto en el que se suicidará ... [debido a las] condiciones de detención severamente restrictivas diseñadas para eliminar el contacto físico ".

En mayo de 2019, el relator especial de la ONU sobre la tortura, Nils Melzer, visitó a Assange en la prisión del Reino Unido, junto con dos expertos médicos sobre los efectos de la tortura en los prisioneros. "Ambos llegaron de forma independiente a la conclusión de que Assange mostraba todos los signos típicos de las víctimas de tortura psicológica", declaró Melzer después, citando, "ansiedad intensa, síndromes de estrés crónico que ya habían deteriorado su capacidad cognitiva y funciones neurológicas".

La jueza Baraitser pareció aceptar esta evaluación como precisa, y señaló en su fallo que “la impresión general es la de un hombre deprimido y, a veces, desesperado que realmente teme por su futuro. Considero que el riesgo de suicidio del Sr. Assange, si se emitiera una orden de extradición, es sustancial ".

Los partidarios de Assange, de 49 años, celebraron fuera de la corte después de que se anunció el resultado, al igual que su llorosa pareja, madre de sus dos hijos.

El presidente de la Federación Alemana de Periodistas (DJV), Frank Überall, calificó el veredicto como un éxito importante "para todos los periodistas que trabajan con material explosivo que las personas poderosas no tienen interés en publicar".

Y desde Rusia, donde vive en el exilio, el ex contratista de inteligencia de Estados Unidos y denunciante, Edward Snowden, tuiteó: "Que este sea el final".

El mismo Snowden es buscado en los Estados Unidos por cargos de espionaje por filtrar información que revela que agentes de la Agencia de Seguridad Nacional estaban recolectando registros telefónicos de millones de ciudadanos estadounidenses sin su conocimiento o consentimiento.

Si bien acogió con satisfacción la decisión de la corte, Rebecca Vincent de Reporteros sin Fronteras declaró: “No estamos de acuerdo con la evaluación del juez de que este caso no tuvo motivaciones políticas, que no se trata de libertad de expresión”. Añadió que el gobierno de Estados Unidos ha “fallado sistemáticamente en probar” que alguien haya sufrido daño físico debido a las actividades de WikiLeaks. "Lo siento, en diez años y con los vastos recursos del gobierno de los Estados Unidos ... si hubiera habido alguna evidencia creíble de este daño, la habrían presentado a la corte para su escrutinio", dijo.

Los abogados de Assange buscarán una fianza para su cliente. En respuesta al fallo de la corte, el primer ministro australiano Scott Morrison dijo que si la apelación que probablemente será presentada por el gobierno de Estados Unidos fracasa, Assange "podría regresar a Australia como cualquier otro australiano".

(Israel national news)