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17 November 2020

Los conspiranoicos están de enhorabuena: el especulador George Soros acaba de invertir 175 millones de dólares en la adquisición de acciones de Palantir, “la mayor maquinaria de espionaje de Silicon Valley” (1).

Lo mismo que Cambridge Analytica, Palantir se apodera de bases de datos, tanto públicas como privadas. Tiene acceso a los archivos de los gobiernos, de los ayuntamientos, de las instituciones, bancos, aseguradoras… Las informaciones están llenas de detenciones, impagos, denuncias, multas, tarjetas de crédito, matrículas de coches, historiales médicos, huellas dactilares, billetes de vuelo… Solo de la policía de Los Ángeles tiene 160 bases de datos distintas.

Como hemos explicado en otras entradas, Palantir fue creada en 2003, entre otros, por Peter Thiel, también fundador de PayPal y uno de los mayores aliados de Trump en Silicon Valley (aparece en la imagen de portada).

El primer cliente de Palantir fue el Pentágono y el segundo la CIA, el FBI y otras centrales de espionaje. Tiene muchos gobiernos en cartera. Sus plataformas Gotham, Metropolis, Foundry y Apollo se utilizan para vigilar las actividades políticas. Su fuente de ingresos son policías, aduaneros y grandes empresas que quieren vigilar a los competidores y mercados.

El socio de Palantir, Información Warfare Monitor, utilizó las aplicaciones de Palantir para descubrir GhostNet, una red china de espionaje informático que tenía entre sus objetivos a 1.295 ordenadores en 103 países, incluyendo las embajadas y la OTAN.

La empresa tiene un acuerdo con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, el ICE, responsable de perseguir y preparar las redadas contra los inmigrantes indocumentados (2).

Los programas de Palantir permiten a la policía conocer el itinerario recorrido por un vehículo con el número de matrícula del mismo, así como mapear redes familiares, vecinales o empresariales.

Participa en el seguimiento de los datos sobre la pandemia y la distribución de futuras vacunas. Los CDC, centros para el control de enfermedades infeccionsas de Estados Unidos, están entre los clientes que subcontratan sus servicios.

En 2017 el Departamento de Trabajo demandó a Palantir porque sus prácticas de contratación eran discriminatorias hacia los asiaticos.

(MPR21)

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