La captura de langosta y pulpo representa poca ilusión para empresarios pesqueros, quienes ven en ambas pesquerías poca posibilidad de ganancia con riesgos más elevados año con año, como consecuencia del furtivismo de las especies y la falta de cumplimiento en las normas de captura establecidas y en especial este año con la presencia del coronavirus.

A unos días de haber comenzado la temporada de captura de langosta y a unas semanas para el inicio de la temporada de captura de pulpo para el litoral yucateco, algunas embarcaciones del sector pesquero ya comienzan a perfilar los preparativos para hacerse a la mar en búsqueda de dichas especies, que tradicionalmente significan una importante derrama económica para la región norte del estado.

Sin embargo el sector industrial de la pesca, apostado primordialmente en el puerto de Progreso, observa con cierta precaución las aperturas de las vedas, ya que según comentaron estas han significado un riesgo para la inversión de sus recursos cada vez más importante año con año, debido a que aunque se han tenido avistamientos de asentamiento de las especies en áreas de pesca, el furtivismo, que ha imperado en los puertos de manera clandestina, ha afectado de forma directa las cantidades del recurso disponible, lo que sin lugar a dudas traerá repercusiones en las cantidades de captura legal logradas durante las temporadas.

En este año en especial la incertidumbre con demanda y precios en el mercado hacen de la actividad aún más riesgosa para este giro del sector empresarial.

De igual manera criticaron la falta de respeto a ciertas normas durante la pesquería oficial, en especial respecto de las tallas de captura.