Los constantes movimientos telúricos que ocurren en la zona del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, son monitoreadas en Mérida desde la Estación Sismológica, algo relativamente común al encontrarse esa región en un área de alta actividad sísmica.

La zona de Oaxaca, junto con la de Guerrero, son las de mayor sismicidad en la República, y esto se debe al contacto convergente entre dos placas tectónicas importantes, la conocida como de “Cocos” subduce bajo la de Norteamérica. Esta situación sucede en las costas del pacifico desde Chiapas hasta Jalisco.

El sismo que afectó el pasado día siete a Puerto Rico, ocasionando destrozos, igual fue detectado por la Estación Sismológica de Mérida, la cual señaló su encargado, Jorge Vivas Pereyra, forma parte de la red de estaciones del Servicio Sismológico Nacional, a cargo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Desde que comenzó este año ya se llevan registrados más de 700 sismos en Oaxaca. De hecho, el año pasado hubo casi 20 mil con epicentro en esa entidad. En todo el país se dieron más de 30 mil.

Uno de los últimos sismos registrado ocurrió ayer fue a las 15:25 horas, magnitud 4.1, localizado a 11 kilómetros de Matías Romero, Oaxaca, a una profundidad de cuatro kilómetros.

El especialista señala que toda la actividad sísmica que suceda, aunque no sea perceptible para los yucatecos, la unidad sí la detecta, dado que el sismógrafo tiene una sensibilidad para captar cualquier telesismo, es decir, lejanos.

El equipo de la estación sismológica, ubicada en el Cementerio General, consiste en un acelerómetro y sismógrafo continuó, basado en la estabilidad de las masas sostenidas magnéticas que captan cualquier movimiento.