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10 August 2022

Durante la última década se detectó una escalada sin precedentes de casos de espionaje chino en suelo estadounidense. En consecuencia se desató una serie de actividades de contrainteligencia por parte de las agencias federales de seguridad, quienes confirmaron las intenciones del régimen comunista chino de obtener de manera ilegal información valiosa, tanto de ciudadanos como de organismos estadounidenses.

 

Desde el año 2017 que el FBI y otras agencias vienen investigando compras chinas de tierras estadounidenses en sectores vecinos a infraestructura crítica, el comportamiento de ciudadanos chinos sospechosos, así como embajadas, consulados y empresas chinas acusados de colaborar con el tráfico de información.

Entre los casos más alarmantes detectados por el FBI se encuentra el equipo de antenas Huawei de fabricación china en la cima de las torres de telefonía celular cerca de bases militares de Estados Unidos.

 

Según múltiples fuentes reportadas en una reciente publicación de CNN, el FBI determinó que los equipos de Huawei son capaces de capturar e interrumpir comunicaciones altamente restringidas del Departamento de Defensa, incluyendo también las utilizadas por el Comando Estratégico que supervisa las armas nucleares del país.

 

 

Preocupación por la presencia de equipos Huawei cerca de instalaciones militares estadounidenses

Las preocupaciones por la presencia de antenas y equipamiento Huawei en los Estados Unidos tiene larga data y es sabido que las agencias federales desde hace años están investigando sobre estos asuntos.

Los resultados de la investigación del FBI recientemente publicada por CNN aseguran que no hay dudas respecto a que los sistemas de Huawei instalados tienen la capacidad de interceptar no solo el tráfico celular comercial, sino también las ondas de radio altamente restringidas utilizadas por los servicios militares y de inteligencia federales.

 

Esta posibilidad le da al régimen chino un enorme potencial al obtener acceso, entre otras cosas, al sistema informático del arsenal nuclear estadounidense.

Según trascendió, la investigación del FBI fue tan secreta que algunos altos funcionarios de la Casa Blanca y varios organismos de importancia para el gobierno no fueron informados de su existencia hasta 2019.

 

Ese mismo año, y como resultado de la investigación secreta del FBI, la Comisión Federal de Telecomunicaciones de Estados Unidos anunció que prohibiría a las pequeñas empresas proveedoras de comunicación utilizar artefactos Huawei y otras marcas chinas para proveer servicios a sus usuarios. 

Un año después, el Congreso aprobó una partida extraordinaria de casi 2 mil millones de dólares para invertir en sistemas de comunicaciones nacionales que reemplacen por completo la tecnología Huawei en amplias zonas rurales de los Estados Unidos.

 

Sin embargo, hasta el momento aún no se habría retirado ninguno de los equipos de Huawei y otras empresas chinas que continúan con su tecnología en cercanía a las bases militares estadounidenses en Malmstrom, Montana, donde se encuentran más de 100 misiles balísticos nucleares intercontinentales, y donde está el Comando Estratégico que supervisa el arsenal nuclear del país. 

Recientemente, trascendió que el Departamento de Comercio está evaluando las investigaciones realizadas por el FBI y reconsiderando la situación, lo que podría indicar que próximamente se determinarán nuevas medidas contra la compañía china y sus antenas de telecomunicación. 

 

Por la falta de información oficial, no está claro si la comunidad de inteligencia confirmó si hubo datos que fueron realmente interceptados y enviados a Beijing desde estas torres o por el momento se trata solo de una amenaza latente.

Fuentes familiarizadas con el tema afirman que, desde un punto de vista técnico, resulta extremadamente complejo probar que un paquete de datos haya sido incautado y enviado al extranjero.

 

 

El oscuro historial de Huawei que no permite confiar en su tecnología

Desde hace varios años que la firma Huawei ha sido acusada de violar la privacidad de sus usuarios al rastrear y compartir datos personales con el régimen comunista chino. 

En este sentido varios gobiernos occidentales incluso han impedido que Huawei participe en sus nuevas redes 5G argumentando la preocupación de que la compañía pueda estar ayudando a Beijing con la recopilación de inteligencia y el seguimiento biométrico.

Huawei ha desestimado todas las acusaciones asegurando que sólo se dedica a vender equipos de redes de uso general. Sin embargo, países como Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Gran Bretaña y Alemania ya en 2020 habían prohibido la instalación de antenas 5G del gigante de las telecomunicaciones argumentando ser un potencial peligro para la seguridad nacional.

Un informe publicado por el Washington Post en diciembre del 2021 profundizó las alertas al asegurar que la compañía china posee la tecnología para identificar a las personas por su voz, monitorear a las personas de interés, realizar seguimientos de los movimientos de las personas en prisión, controlar los horarios de trabajo y tantas otras funciones polémicas que son de suma utilidad para un régimen absolutista como el chino, involucrado en un sinnúmero de acciones que atentan contra las libertades individuales, tanto dentro como fuera de su país. 

Los nuevos detalles sobre los productos de vigilancia de Huawei surgen en medio de la creciente preocupación en China y en todo el mundo sobre las consecuencias del reconocimiento facial generalizado y otros rastreos biométricos.

 

Canadá prohíbe a Huawei 

Canadá fue el último país en sumarse a la lista de gobiernos que decidió prohibir el desarrollo de la tecnología 5G de Huawei dentro de su territorio, citando preocupaciones de seguridad nacional.

El ministro de Industria de Canadá, François-Philippe Champagne, fue quien anunció a mediados de mayo que las empresas chinas Huawei y ZTE, que anteriormente habían instalado equipos 5G, debían frenar el proceso y retirarlos antes de junio de 2024.

Durante años, el gobierno de Estados Unidos ha instado a Canadá a que se una al resto de sus aliados del Five Eyes a eliminar a Huawei de las nuevas redes inalámbricas 5G por preocupaciones de ciberespionaje con el régimen chino.

Guy Saint-Jacques, exembajador de Canadá en China, dijo que “la decisión debería haberse tomado hace dos o tres años, pero es mejor tarde que nunca”. El exfuncionario además advirtió sobre la peligrosidad del régimen chino respecto a la forma que tiene de obtener información para cumplir con sus objetivos. 

Saint-Jacques aseguró que, según la ley china, ninguna empresa puede rechazar una solicitud del régimen para compartir información, por lo que resulta imposible permitir la participación de Huawei. 

Además de la prohibición, el ministro de Seguridad Pública, Marco Mendicino, dijo que Canadá redactaría una nueva legislación para proteger de las ciberamenazas al sector financiero, a las telecomunicaciones, al sector energético y al transporte.

Como se mencionó anteriormente, Estados Unidos fue pionero en la prohibición de la red 5G de Huawei, sin embargo la firma china continúa aún siendo proveedor de señal de menor intensidad. 

Pero si el Departamento de Comercio reconfirma que Huawei representa una amenaza para la seguridad nacional, podría ir mucho más allá de las restricciones existentes impuestas por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). 

El Departamento de Comercio podría utilizar los poderes que obtuvo durante la administración Trump, y prohibir todas las transacciones de Estados Unidos con Huawei, exigiendo incluso a los operadores de telecomunicaciones del país que aún dependen de su equipo que lo eliminen rápidamente, o enfrentar multas u otras sanciones.

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