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25 November 2021

Los ejércitos de Rusia y de China firmaron un nuevo pacto militar este martes 23 de noviembre para hacer frente a lo que el ministro de defensa ruso llamó una creciente presencia de aviones bombarderos estadounidenses en las cercanías de ambos países.

Durante la firma del nuevo pacto militar que se realizó de manera virtual mediante una video llamada, Sergei Shoigu el ministro de defensa ruso y su par chino, Wei Fenghe, estuvieron de acuerdo que era un momento oportuno para incrementar ejercicios militares estratégicos y patrullajes conjuntos en torno a las crecientes fricciones entre las potencias mundiales.

“China y Rusia son socios estratégicos desde hace muchos años”, dijo Shoigu según US News. “Hoy en día, en condiciones de creciente turbulencia geopolítica y creciente potencial de conflicto en varias partes del mundo, el desarrollo de nuestra interacción es especialmente relevante”.

Según las declaraciones de Shoigu, Estados Unidos envió unas 30 misiones de aviones de guerra cerca de su frontera el mes pasado, volando a solo 20 kilómetros de la frontera rusa, simultáneamente desde el oeste y el este.

También señaló el aumento de vuelos de bombarderos estadounidenses sobre el Mar de Okhotsk, donde practicaron el lanzamiento de misiles de crucero, alegando que tales ejercicios presentan una amenaza tanto para Rusia como para China.

“En un entorno así, la coordinación ruso-china se convierte en un factor de estabilización en los asuntos mundiales”, dijo Shoigu.

Con las crecientes fricciones entre las potencias, se definen las alianzas militares

Shoigu y Wei realizaron una serie de maniobras en las que participaron aviones de guerra y buques navales rusos y chinos, y firmaron un pacto de cooperación militar para 2021-2025.

El viernes 19 de noviembre, dos bombarderos rusos Tu-95MS y dos bombarderos estratégicos chinos H-6K realizaron un patrullaje conjunto sobre el Mar de Japón y el Mar Sur de China, lo que provocó que Corea del Sur enviara aviones de combate.

La patrulla de bombarderos se realizó luego de las maniobras navales conjuntas de buques y aviones rusos y chinos en el Mar de Japón el mes pasado.

Shoigu visitó China en agosto para asistir a juegos de guerra conjuntos, marcando la primera vez que tropas rusas participan en ejercicios militares en territorio chino.

En lo que algunos críticos ven como la nueva Guerra Fría, tanto Xi Jinping como Vladimir Putin en sus extensas gestiones como líderes, agrandaron significativamente el tamaño, la tecnología y la capacidad de sus ejércitos como estrategia para contrarrestar las alianzas entre Estados Unidos y otras potencias occidentales que se han unido para criticar el autoritarismo de ambos países, aunque algunos sostienen que Rusia es objetivo de los gobiernos occidentales sólo por la postura antiglobalización de Putin.

Ucrania, Bielorrusia, Taiwán y el Mar Sur de China

El pasado 10 de noviembre, el secretario de estado de EE. UU. Antony Blinken recibió en Washington DC al ministro de exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, donde ambas naciones renovaron su acuerdo de cooperación.

La reunión fue una señal de apoyo de la administración Biden a Ucrania, que denunció la presencia ‘inusual’ de casi 100 tropas y armamento rusos en la frontera a lo que Blinken calificó como una posible preparación militar para invadir Ucrania de la misma forma en que lo hizo en 2014 cuando anexó Crimea.

Tanto la Unión Europea como la OTAN condenaron la movilización de tropas rusas a la frontera ucraniana.

El 9 de noviembre, Polonia acusó a Bielorrusia de utilizar una caravana de migrantes afganos que intentaba cruzar la frontera para desestabilizar Europa y el primer ministro polaco incluso acusó a Putin de estar detrás de la maniobra.

Como resultado, el Reino Unido envió tropas a la frontera de Polonia-Bielorrusia y el bloque europeo amplió las sanciones económicas sobre Bielorrusia, que amenazó con cortar el suministro de gas que pasa por el país hacia el continente europeo.

Durante los festejos por el aniversario de su creación el 1 de octubre, el PCCh envió más de 70 aviones de guerra con capacidad nuclear a sobrevolar las cercanías del espacio aéreo de Taiwán en lo que fue una de sus últimas muestras de agresión sobre la isla que el régimen chino aseguró ‘unificará’ incluso si tiene que usar la fuerza militar.

Posteriormente, tanto el bloque europeo como Estados Unidos enviaron delegaciones oficiales de visita a Taiwán, y aunque fueron por diferentes motivos, generó la indignación del PCCh que solo consiguió que el apoyo a la pequeña isla creciera potencialmente ante sus amenazas de invasión.

La agresión de Beijing en el Mar Sur de China sobre el cuál reclama soberanía, disparó alianzas poderosas entre Estados Unidos, Australia y el Reino Unido (AUKUS) cuya primera medida fue armar al ejército australiano con submarinos con capacidad nuclear.

Otra importante alianza se formó entre India, Japón y Estados Unidos que ya realizaron al menos dos maniobras militares en el Océano Índico.

Si bien tanto Rusia como China poseen ejércitos considerablemente grandes en tamaño y capacidad, las alianzas de Estados Unidos y otras potencias, en conjunto representan un poderío superior que asimismo cuenta con ejércitos mucho más entrenados y con amplia experiencia en combate real que, por ejemplo, el ejército chino no tiene.

De hecho, análisis de expertos aseguran que el único motivo por el que Beijing no invade Taiwán es por el temor a fracasar en el posible escenario de que Estados Unidos intervenga, sumado a ello Japón y Australia aseguraron que el destino de Taiwán está directamente relacionada con la de sus países porque lo que sea que le ocurra a Taiwán, podría ocurrirles a ellos también.

(blesmundo)

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