La vacuna contra el Covid-19 desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, en el centro de una fuerte polémica internacional tras ser suspendida en varios países que han observado la aparición de graves casos de trombos en algunos pacientes inoculados, es una medicación absolutamente pionera, que incluye en su composición, por primera vez en una vacuna humana, adenovirus de chimpancé.

Literalmente, la composición de este medicamento, tal y como se presenta en el prospecto hecho público por la Agencia Española del Medicamente, es la siguiente (por cada dosis de 0,5 ml): “Adenovirus de chimpancé que codifica para la glicoproteína de la espícula de SARS-CoV-2 (ChAdOx1-S) , no menos de 2,5 × 10 unidades infecciosas”.

El prospecto aclara que este adenovirus se ha producido “en líneas celulares procedentes de células embrionarias de riñón humano (HEK) 293 modificadas genéticamente y por tecnología de ADN recombinante”. El prospecto añade que la vacuna “contiene organismos modificados genéticamente (OMG)”.

En un artículo publicado en El Independiente el pasado 24 de noviembre de 2020, la investigadora del CSIC Sonia Zúñiga, que participa en el proyecto vacunal que dirige Luis Enjuanes, explica que “el adenovirus de chimpancé es lo que se llama ‘un vector no replicativo’, porque es un virus deciente. Se introduce en las células, pero no pasa de una a otra”.

En el mismo reportaje, Zúñiga explica que “otros proyectos han utilizado con anterioridad adenovirus humanos como vehículo – una reciente vacuna aprobada contra el ébola – o la candidata contra el Covid de Cansino (China): ‘Pero esta es la primera vez que se utiliza un adenovirus de chimpancé para una vacuna humana y la ventaja respecto a las de adenovirus humano es que en éstas, como mucha gente ha podido infectarse de estos virus con anterioridad, la vacuna podría no prender igual. Es algo que no ocurre con los de chimpancé’.

El coronavirus se introduce en el adenovirus de chimpancé a través de edición genética. Según señala Carlos Fernández Moriano, farmacéutico del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, en el mismo texto, “en ese adenovirus, no patógeno para las células humanas, se incluye una secuencia de ADN o ARN para que cuando ese vector infecte las células humanas, éstas sean capaces de sintetizar la proteína de la espícula del virus y generar respuesta inmune”.

Posibles efectos adversos

Entre los diversos posibles efectos adversos de su vacuna (que pueden ser “muy frecuentes”, “frecuentes” o “poco frecuentes”), AstraZeneca no indica en ningún caso que las personas inoculadas pueden sufrir la aparición de trombos.

En su prospecto, recomienda buscar “atención médica urgente” si se experimentan síntomas de reacción alérgica grave. “Dichas reacciones pueden incluir una combinación de cualquiera de los siguientes síntomas: sentir debilidad o ligero mareo, cambios en el ritmo cardiaco, dificultad para respirar, “pitos” al respirar, hinchazón en los labios, la cara o la garganta; urticaria o erupción; náuseas o vómitos, o dolor de estómago”

AstraZeneca también indica que los siguientes efectos adversos pueden derivarse de su vacuna contra el el Covid-19:

Muy Frecuentes (pueden afectar a más de 1 de cada 10 personas)

• Sensibilidad, dolor, calor, picor o moratones en el sitio de la administración de la inyección
• Sentirse cansado (fatiga) o malestar general
• Escalofríos o sensación de ebre
• Dolor de cabeza
• Sentirse enfermo (nausea)
• Dolor articular o dolor muscular

Frecuentes (pueden afectar hasta 1 de cada 10 personas)

• Enrojecimiento o hinchazón en el sitio de administración de la
• inyección
• Fiebre (>38°C)
• Vómitos o diarrea

Poco frecuentes (pueden afectar hasta 1 de cada 100 personas)

• Somnolencia o sensación de mareo
• Disminución del apetito
• Ganglios linfáticos agrandados
• Sudoración excesiva, picor de la piel, prurito

(Tierra Pura)