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25 October 2020

La campaña del candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, ha contado con “colaboradores” en todos los niveles de poder. No se trata de voluntarios, activistas o asesores. Se trata de funcionarios en puestos clave que de distintas maneras han favorecido al rival del presidente Donald Trump, ocultando investigaciones comprometedoras, censurando escándalos que afecten su imagen y preparando foros y debates complacientes.

El 20 de enero de 2017, Donald Trump juró como el presidente número 45 de Estados Unidos. Desde ese día comenzó la campaña de los demócratas contra el líder republicano. El objetivo era claro: sacar a Trump de la Casa Blanca. Fue así como desde el primer año de su gobierno, los detractores pusieron la mirada en las elecciones de 2020 sin descartar atajos.

La investigación por la llamada «trama rusa» fue la excusa para intentar destituirlo mediante un juicio político. Los argumentos no tenían cómo sostenerse. Después de una investigación de 22 meses, el fiscal especial Robert Muller presentó su informe final en el que determinó que no encontró pruebas de colusión entre la campaña de Trump y Rusia. Sin embargo, hubo algo que quedó en evidencia: el FBI tomaba partido en la política estadounidense.

El escandaloso silencio del FBI

Un informe del fiscal general de EE.UU., William Barr, al que tuvo acceso el presidente del Comité Judicial del Senado, Lindsey Graham, revela que Igor Danchenko, identificado en julio como la fuente principal del llamado expediente Steele contra Trump, fue investigado entre 2009 y 2011 por el FBI por la sospecha de que era un agente ruso que podía ser “una amenaza para la seguridad nacional”.

Lo inusual del caso es que, aun teniendo esta información, el FBI nunca notificó la situación al Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera. De esta manera permitió que el expediente se siguiera usando como evidencia. Este expediente fue elaborado por el exagente de inteligencia británica Christopher Steele para ser anexado a la investigación sobre la supuesta conspiración entre el equipo de campaña de Trump y Rusia.

El FBI no solo ocultó al tribunal la sospecha que tenía sobre Danchenko sino que además tomó como determinante el expediente Steele para solicitar una orden de espionaje contra el equipo de campaña de Donald Trump. El organismo daba tanta credibilidad al expediente que presionó para incluirlo en un anexo clasificado en la Evaluación de la Comunidad de Inteligencia de enero de 2017 sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016.

A pesar de conocerse los serios problemas del expediente, el FBI renovó en ese entonces las órdenes de espionaje contra el equipo de campaña de Trump. Posteriormente salió a la luz pública que la campaña de Hilarry Clinton pagó por este expediente, lo cual también omitió el FBI.

FBI debe responder sobre la laptop de Hunter Biden

El escándalo de los correos y fotos que comprometen a Joe Biden, encontrados en la computadora portátil de su hijo, Hunter Biden, pone nuevamente la mira sobre el FBI. El presidente del Comité de Seguridad Nacional del Senado, Ron Johnson, solicitó el fin de semana al director del FBI, Christopher Wray, que responda sobre la veracidad de la información divulgada el pasado miércoles por el New York Post.

Según información publicada en The Epoch Times, Johnson, en su carta enviada al director del FBI, indica que un informante se puso en contacto con su comité el 24 de septiembre para notificar sobre la laptop que dejaron en su negocio, afirmando que la había entregado al FBI. Al pedirle a este organismo si podía confirmar o negar esta información, la respuesta del FBI fue que no podía confirmarla ni negarla.

La computadora portátil a la que se refiere Johnson sería la misma que supuestamente se llevó a un taller de reparación antes de que se entregaran al New York Post los correos sobre el presunto tráfico de influencias de Hunter Biden con su padre cuando era vicepresidente de Barack Obama. El propósito habría sido favorecer a la empresa de gas ucraniana, Burisma, en cuya junta directiva se encontraba Hunter Biden.

Además, una copia del disco duro habría sido enviada al exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani. El también abogado personal de Trump reveló en Newsmax que en la computadora de Hunter Biden se encontraron fotos sexualmente explícitas de menores de edad. Destacaba el caso de una niña de 14 años. Los mensajes encontrados también en la computadora demostrarían además que Joe Biden estaba al tanto de la “conducta sexual inapropiada” de su hijo.

Exasesora de Biden «garantiza integridad electoral» en Facebook

Al silencio que ha guardado el FBI habría que sumarle la diligente actuación de los directivos de Facebook y Twitter para frenar la difusión del escándalo. Al poco tiempo de distribuirse en estas plataformas el trabajo de investigación del New York Post, estas redes sociales tomaron una decisión editorial limitando la propagación del mensaje.

La razón es sencilla. Anna Makanju, la experta legal de Facebook encargada de “garantizar la integridad de las elecciones en la plataforma”, según su biografía en el Atlantic Council, venía de desempeñarse anteriormente como “asesora de políticas especiales para Europa y Eurasia del exvicepresidente Joe Biden”, publicó el Washington Examiner.

Por su parte, Twitter alegó que su política no permite el uso de esta plataforma para distribuir contenido obtenido “mediante piratería”. Vale recordar que la información divulgada por el New York Times sobre los impuestos del presidente Donald Trump fue obtenida de la misma manera. En este caso no se aplicó ninguna restricción para su difusión. CNN no tardó en hacerse eco de dicha información para continuar con su campaña diaria contra el presidente.

Debates y foros moderados por demócratas

Los privilegios para el candidato demócrata son evidentes cuando se trata de exposición mediática. En los debates presidenciales y foros electorales, Joe Biden ha sido ampliamente favorecido con moderadores y participantes con derecho a preguntar identificados con su partido.

Chris Wallace, el moderador del primer debate presidencial, es un votante demócrata registrado, según información publicada por Newsweek y la BBC. En dicha ocasión, el distinto trato de Wallace hacia los candidatos fue particularmente notorio.

El pasado 15 de octubre se tenía previsto realizar el segundo encuentro entre los candidatos. Sin embargo, la Comisión de Debates Presidenciales decidió cancelarlo, complaciendo la preocupación de Joe Biden por el diagnóstico positivo para coronavirus de Donald Trump.

La propuesta de la comisión fue realizar un debate virtual, lo cual fue rechazado por el republicano. El equipo médico ya había autorizado a Trump para retomar sus compromisos públicos, argumentando que ya estaba curado. En su lugar, cada candidato participó ese día por separado en un foro de electores. Una vez más, Joe Biden fue el candidato mimado por la cadena de televisión que organizó el evento, en este caso la abc, según el análisis del periodista de la BBC en Washington, Anthony Zurcher.

George Stephanopoulos, el moderador del foro con Biden, resultó ser una persona vinculada con el Partido Demócrata. Según recuerda Fox News, Stephanopoulos fue director de comunicaciones de la Casa Blanca durante el gobierno de Bill Clinton. Además, agrega un artículo de esta cadena que entre las personas que le hacían preguntas al candidato demócrata estaba Nathan Osburn, quien trabajó como redactor de discursos para la Oficina de Asuntos Públicos del Departamento de Comercio de Estados Unidos durante la administración Obama-Biden.

La moderadora del tercer debate que celebró Navidad con Obama

Para el tercer y último debate presidencial no podían faltar las benevolencias con el abanderado demócrata. La moderadora de este encuentro es la corresponsal de NBC News en la Casa Blanca, Kristen Welker. Según revela Fox News, Welker proviene de una familia demócrata que incluso ha invertido dinero en las arcas del partido y en los oponentes a Trump durante años. Sus padres habrían donado decenas de miles de dólares a candidatos demócratas y cerca de 20 000 dólares solo a Barack Obama.

Esta cadena de televisión detalla que la familia Welker ha donado 3 300 dólares para la actual campaña de Joe Biden y en 2016 donó 2 100 para la campaña de Hillary Clinton. En 2012, Kristen Welker y su familia celebraron la Navidad en la Casa Blanca con Obama. La moderadora del tercer debate aparece registrada como votante demócrata en Rhode Island en 2004 y en Washington en 2012.

Adicionalmente, según la Comisión de Debates Presidenciales, los temas a tratar en este último round serán los relacionados con la lucha contra el coronavirus, las familias, el cambio climático, seguridad nacional y liderazgo.

El tema internacional fue excluido. De esta manera, Donald Trump no podrá increpar a Joe Biden con todo lo relacionado al escándalo de su hijo Hunter Biden con sus negocios en Ucrania y el presunto tráfico de influencias que aprovechó de cuando su padre era vicepresidente.

(Panam Post)

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