Has no content to show!
02 October 2020

No todos los anticuerpos son iguales y algunos son más musculosos que otros, lo que puede marcar la diferencia en la lucha contra el coronavirus. Por ello, existen varias investigaciones centradas en identificar los anticuerpos más fuertes en la sangre de las personas que ya se han recuperado de la enfermedad.

El siguiente paso es recrearlos en el laboratorio para posteriormente utilizarlos como terapia en forma de anticuerpos monoclonales. En esto está trabajando un grupo liderado por la Universidad de Washington y que cuenta también con la colaboración de Massimo Galli, especialista en enfermedades infecciosas del hospital Sacco.

PRUEBAS EN ANIMALES

 Esta investigación, publicada en la revista Science, ha permitido el descubrimiento de dos anticuerpos particularmente musculares. Se probaron en hámsters y eliminaron la COVID-19 bloqueando el pico que usa el patógeno para unirse a las células humanas y al receptor Ace2, que actúa como un pestillo de entrada.
 
Aunque un anticuerpo puede no ser suficiente para combatir el virus, tener al menos dos disponibles puede ayudar a neutralizar mejor el microorganismo. Hasta tres empresas están realizando ensayos en humanos y los primeros tratamientos podrían llegar en primavera.

BUSCAN ENTRE MILLONES DE CÉLULAS

“Hemos obtenido anticuerpos muy potentes, que se encuentran en fase de desarrollo industrial y con los que esperamos contribuir pronto a contener esta pandemia”, escribió Rino Rappuoli, microbiólogo, director científico y jefe de investigación y desarrollo de GSK Vaccines en Rosia (Siena), en un artículo de la revista Magistero del Lavoro.

“Siempre partimos de la sangre de los pacientes convalecientes, y utilizando técnicas de laboratorio muy sofisticadas buscamos entre millones de células las muy raras que producen los anticuerpos que neutralizan el pico del virus”.

LA VENTAJA DE LOS ANTICUERPOS

En comparación con la vacuna, los anticuerpos monoclonales tendrían la ventaja de ser eficaces de inmediato, mientras que la respuesta inmune estimulada por la vacuna tardaría uno o dos meses. Asimismo, probablemente necesitaría un refuerzo después de la primera dosis. Los anticuerpos deben administrarse inmediatamente después de la infección (o de forma preventiva en personas con alto riesgo de infección) y serían eficaces de inmediato.

En comparación con la vacuna, los anticuerpos monoclonales tendrían la ventaja de ser eficaces de inmediato, mientras que la respuesta inmune estimulada por la vacuna tardaría uno o dos meses. Foto: Thanassis Stavrakis, AP

(Sin Embargo)

We use cookies to improve our website. Cookies used for the essential operation of this site have already been set. For more information visit our Cookie policy. I accept cookies from this site. Agree