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15 April 2020

Patriarcas y Jefes de las Iglesias en Jerusalén,  dijeron en su mensaje de Pascua que es “nuestra responsabilidad” consolar a los enfermos, afligidos y necesitados por causa de la pandemia del COVID-19, pues en la muerte y el sufrimiento está Dios, que nos invita a “mirar hacia el futuro”.

“Nosotros, los Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Jerusalén, saludamos a todas nuestras comunidades y cristianos fieles de todo el mundo con la bendición de nuestro Señor y Salvador, Cristo resucitado”, dijeron los 13 líderes cristianos de Tierra Santa en una carta enviada con motivo de la “Fiesta de la Resurrección”, según recoge Asia News.

Este año, la celebración de la Cuaresma, la Semana Santa y la Pascua “está rodeada de muchas preguntas, complejidades e incertidumbres” en todo el mundo. “Jerusalén la ciudad de la Resurrección y de la tumba vacía, está sin peregrinos y las iglesias esperan el retorno de los fieles, para proclamar a todos el mensaje de la Pascua y del Aleluya”, señalaron.

También, la humanidad vive “un estado de miedo, ansiedad y ambigüedad al enfrentar la pandemia de COVID-19”, cuya expansión sigue en aumento y cuyas consecuencias ha traído “tanta pérdida y dolor” para muchas personas de todos los países, añadieron.

No obstante, para los líderes cristianos esta Pascua también es un “tiempo de renovación de esperanza, restauración y victoria sobre todas las formas de muerte y destrucción”, en el cual “nuestra misión como cristianos y seres humanos es apoyarnos mutuamente y continuar orando por todas las personas durante esta pandemia”.

En ese sentido, alentaron a cumplir la responsabilidad como personas de fe y buena voluntad de “ofrecer consuelo a los que sufren” y también, “restauración y curación a los enfermos y asistencia a los necesitados”, firmes en la convicción de que “nuestra debilidad humana es fortalecida por la Cruz de Cristo en el poder de Dios”.

Para explicarlo, citaron la segunda carta de San Pablo a los Corintios, que señala que “Él fue crucificado por su debilidad, pero vive por el poder de Dios. Así también nosotros somos débiles en Él, pero viviremos con Él por el poder de Dios”.

Asimismo, los líderes señalaron que “no es la primera vez” que el mundo ha enfrentado una pandemia y que el enorme “poder y la gracia de la Resurrección nos ofrecen esperanza, curación y victoria sobre esta pandemia y todas las situaciones oscuras”.

Frente al desafío del coronavirus para las comunidades e instituciones, la economía mundial y la salud global, los líderes sostuvieron lo siguiente: “Creemos que nuestro Dios es el Dios de los vivos y no de los muertos. La resurrección es nuestra garantía de que, incluso en medio de la muerte y el sufrimiento, Dios está allí y la muerte de Cristo nos da la victoria”.

Además señalaron que actualmente “la Resurrección llama a nuestra familia humana hacia un tiempo de renovación y un camino hacia el futuro, lejos de la opresión, la discriminación, el hambre y la injusticia”.

Los 13 líderes también invitaron a todos los fieles a recordar y a hacer recordar a todos los que nos rodean que en esta Pascua “nada impedirá que las Buenas Nuevas de la Resurrección resuenen en Jerusalén y en cualquier otra parte de nuestro mundo, incluso si este año no hay aleluyas ruidosas. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, nuestro Señor resucitado, y nosotros somos las personas de su pasto”.

Finalmente, pidieron a todos los cristianos que se unan en todas las lenguas “para proclamar a nuestro Señor resucitado: ¡Cristo ha resucitado! (Al Maseeh Qam! Christos Anesti! Christos harjav i merelotz! Pikhirstof aftonf! Chris test Ressuscité! Cristo è risorto! Meshiha qam! Christos t’ensah em’ muhtan! Christus ist auferstanden!) ¡Ha resucitado! , ¡Aleluya!”

Los 13 líderes cristianos de Tierra Santa que enviaron la carta fueron los siguientes: El Patriarca Teófilo III, del Patriarcado greco-ortodoxo; el Patriarca Norhan Manougian, del Patriarcado de la Iglesia apostólica armenia ortodoxa; Mons. Pierbattista Pizzaballa, Administrador Apostólico del Patriarcado latino; P. Francesco Patton, de la Custodia de Tierra Santa; Mons. Anba Antonius, del Patriarcado copto ortodoxo de Jerusalén; Mons. Gabriel Daho, del Patriarcado sirio ortodoxo; Mons. Aba Embakob, del Patriarcado etiópico ortodoxo; Mons. Yaser AL-Ayash, del Patriarcado melquita; Mons. Mosa El-Hage, del Exarcado Maronita; Mons. Souheil Dawani, de la Iglesia Episcopal di Jerusalén y de Oriente Medio; el Obispo Ibrahim Sani Azar, de la Iglesia evangélica luterana de Jordania y Tierra Santa; el P. Ephram Samaan, del Exarcado sirio católico; y el Rev. Joseph Nersès Zabarian, del Exarcado armenio católico.

(Aciprensa)

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