Has no content to show!
29 March 2020

En este momento, la epidemia de coronavirus llena las páginas de la prensa mundial y es tema obligado en los medios de comunicación electrónicos, así como en las redes sociales.

El impacto provocado por la enfermedad es alto. Hay miedo generalizado en todo el planeta y cualquiera se da cuenta de que el sistema de salud en todo en el mundo, fue desatendido desde hace muchos años. Precisamente desde que el modelo neoliberal fue adoptado por la mayoría de las naciones emergentes.

No existe capacidad para la producción de los medicamentos necesarios en estos casos. Tampoco hay posibilidad de cubrir la demanda de respiradores y demás equipo indispensable, para atender una epidemia respiratoria del tipo del Covid-19. La capacidad hospitalaria es insuficiente para la atención de los miles de casos que requieren tratamiento inmediato.

El neoliberalismo deja un caos social a su paso. La función que cualquier gobierno debería asumir como parte irrenunciable de sus actividades, es transferida al sector privado, donde el interés mercantil que representa toda área de inversión, desplaza cualquier consideración social en beneficio del pueblo. Si no deja ganancia, no es negocio. O también: es negocio, cuando se invierte poco, para ganar mucho. Así sucedió con el sector salud.

En momentos de crisis como el que estamos viviendo, las economías de todos los países sufren mucho. Sobre todo los que han padecido o padecen aún, gobiernos de tipo neoliberal. Toda la inversión en salud que dejó de hacerse por décadas, debe asumirse en un muy corto plazo. Hay que acondicionar hospitales, comprar equipo, surtir medicamentos suficientes, buscar médicos y enfermeras en forma urgente, etc.
El gasto público que requiere toda esta rectificación y reestructuración, es grande. No siempre están disponibles los recursos necesarios para afrontar la crisis.

Y es entonces cuando aparecen, con apariencia de ángeles caídos del cielo, los créditos ofrecidos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Los países se endeudan un poco más y quedan obligados a implementar las políticas internas, que garanticen el futuro pago de la deuda y de los enormes intereses que la acompañan.

Los países se vuelven entonces más neoliberales, menos nacionales y dependientes siempre del dinero que les llega del exterior, a cambio de poner a disposición de los grandes sectores financieros mundiales, todos los recursos naturales de la nación. La riqueza del país se va al extranjero en su mayor parte. Una porción menor queda en manos de los grupos económicos en el país y el mínimo porcentaje se reparte entre los millones de ciudadanos pobres que habitan la nación.

Los grandes grupos financieros del mundo, trabajan en este momento en un proyecto que obligue a todas las naciones del planeta, a poner a disposición de estos supermillonarios mundiales, todos los recursos con que cuenta el planeta. Pretenden imponer gobiernos que actúen como gerentes nacionales de La Gran Compañía Internacional que intentan crear.

Permanecer dentro del sistema neoliberal, no brinda ninguna expectativa sana a los ciudadanos de cualquier país.
Una epidemia que no representa en realidad un riesgo de muerte inminente para la mayoría de los seres humanos, sirve para poner en evidencia la fragilidad de los gobiernos conservadores que han abrazado el sistema económico neoliberal.
Este tipo de emergencias sociales, provocan no solo el colapso de los sistemas de salud. Se convierten en un problema económico que puede traer consecuencias peores que la misma enfermedad.

En la conferencia mañanera de este día, el presidente López Obrador nos informó sobre el contenido de la video-conferencia internacional, celebrada por el Grupo de los Veinte, que incluye a México.

El tema de la salud importa a todos los países y por lo mismo se habló de la necesidad de tomar medidas para que tanto medicamentos como el equipo que requieren todos las naciones que padecen la pandemia, se distribuya en forma equitativa. Que todos reciban el beneficio.
Difícil que esto se concrete en la práctica, si consideramos que los países y compañías productoras de estos insumos, nunca se han distinguido por su solidaridad ante las emergencias que padecen las naciones pobres. Eso lo veremos en el corto plazo.
Lo relevante en esta conferencia, fue el inicio de una política internacional que permita reparar el daño económico que dejará el Covid-19, después de su paso por el mundo.

México propuso, en voz del presidente López Obrador, dar especial atención a los sectores pobres en cada nación. Millones de ciudadanos se verán afectados por la falta de empleo y la caída económica que registrarán la mayoría de los países.
Y aquí es donde hay que hacer la distinción que existe entre las economías identificadas plenamente con el neoliberalismo y las sociedades que han desechado este sistema rapaz, que solo mira por el bienestar de pequeños grupos económicos nacionales y por las enormes ganancias de los capitales extranjeros.

La receta para los países con gobiernos neoliberales, es una sola: endeudamiento. Aceptaran los créditos condicionados y asumirán las políticas internas que les definan el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
El empobrecimiento de estas naciones empeorará.

En otro escenario están las naciones fuertes, que intentarán recomponer sus economías internas, al costo que sea. Veremos un trato más duro hacia inmigrantes y minorías históricamente marginadas. Preferencia a la producción nacional y reactivación de la industria en el país. Más exportación y menor importación, etc.

México se encuentra en una posición especial en este momento. Es de los pocos países que abandonó a tiempo el modelo neoliberal. La llegada a la presidencia de López Obrador y del proyecto de Cuarta Transformación preparó anticipadamente el camino para afrontar la actual epidemia, sin necesidad de recurrir a los organismos internacionales. No tenemos necesidad de contratar nueva deuda. México no lo va a hacer, de acuerdo a lo que nos ha señalado el presidente.
Los programas sociales puestos en marcha desde hace meses, aligeran la carga económica en millones de familias mexicanas. Sin estos programas, el daño económico se estaría resintiendo desde ahora.

La capacidad para dirigir recursos públicos a las pequeñas y medianas empresas, nunca lo hubiéramos visto en el periodo neoliberal. Hoy se está trabajando en un programa de apoyo a las PYMES más afectadas por las consecuencias económicas que deja el coronavirus.
Las PYMES crean el noventa por ciento de los empleos en México. Hay que sostenerlas en estos momentos.
Habrá indudablemente retos económicos que deberemos enfrentar. Pero tenemos la garantía de que el actual gobierno, está comprometido con programas y proyectos de rescate.

México cambió mucho y para bien. Hoy no se rescatan a las grandes empresas. Se apoya a los verdaderos motores económicos del país: los medianos y pequeños empresarios. Y con ello se defiende el empleo.
¿Cuál fue la llave que abrió esta ventana de oportunidad?
Abandonar a tiempo el modelo neoliberal.

Malthus Gamba

(Sin Línea)

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