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01 February 2020

Las herramientas tecnológicas han impactado prácticamente todos los ámbitos en la actualidad. Los negocios, la educación, nuestra comunicación y por supuesto, también las relaciones de pareja.

Cada vez son más las parejas que se llegan a conocer a través de redes sociales. O bien, que después de un encuentro personal, pudieron seguir en comunicación por medio de alguna app, lo cual permitió que se siguieran relacionando para después iniciar su noviazgo.

También existen aquellas parejas que gracias a las videollamadas o a las plataformas de mensajería instantánea como Whatsapp o Telegram, pueden mantenerse en comunicación y así sostener su relación de manera activa y cercana a pesar de la distancia.

En efecto, no cabe duda que la tecnología ayuda en las relaciones de pareja posibilitando un mayor acercamiento y comunicación en comparación con otros tiempos, en los que las cartas y después las llamadas eran la única opción posible.

Precaución con estas herramientas

Sin embargo, también debemos tener precaución con estas herramientas ya que fácilmente pueden actuar en contra de lo que queremos. En el año 2013, en Australia, se introdujo por primera vez la palabra «phubbing» en el famoso diccionario Macquarie.

Esta palabra surge de la unión de los términos phone (teléfono) y snubbing (despreciar). Aludiendo a la conducta de ignorar a la otra persona durante una conversación por utilizar el teléfono celular, lo cual interfiere directamente en la comunicación interpersonal, y más la de pareja.

Es de sorprenderse la cantidad de parejas que en mayor o menor medida, se quejan del mal que hace el smartphone en la relación, llegando en ocasiones a grados en que el mayor problema que esa pareja dice tener, es precisamente el uso que le da uno de los dos (o en el peor de los casos los dos) al celular.

Ignoras a tu pareja, ignoras a tus hijos, amigos y todo el que esté cerca

Cada vez son más las personas que mencionan que en comidas, cenas, convivencias o simplemente en lo cotidiano, su pareja usa el celular de forma continua. Haciendo que la otra o las otras personas que lo acompañan, se sientan completamente ignoradas.

La persona que está en el celular se desentiende totalmente de lo que ocurre a su al rededor. Mientras que su pareja se siente ajena al mundo del otro, en pocas palabras se siente distante o separado. Cuando esto se vuelve la regla, el modus vivendi, la relación se va viendo afectada y dañada y sin darnos cuenta, algo que parece tan inofensivo como un teléfono celular, podría estar lastimando la relación por el uso que le damos.

Cuidado con el uso que le damos al móvil

Podemos decir que la tecnología ha traído muchas cosas positivas, nos ha facilitado la vida y ha permitido que las distancias sean más cortas. Pero en definitiva, lo que sí podemos señalar como bueno o malo, es el uso que le damos.

De tal manera que en primer lugar lo que se debe hacer es ser conscientes de que la responsabilidad se encuentra en nosotros. El balón está de nuestro lado, por ello tenemos que definir y actuar de acuerdo a lo que es importante para nosotros, porque quizá, sin darnos cuenta, estamos atendiendo y alimentando más nuestra vida virtual, que nuestra relación de pareja, que es la más importante.

El reto de la actualidad ante tanto estímulo disponible es tener la capacidad de concentrarse en lo que es verdaderamente importante. Podríamos hacernos la pregunta de qué es más importante para nosotros, si los contenidos que podemos consumir por medio de nuestro teléfono inteligente o nuestra pareja.

Seguramente la mayoría respondería que su pareja (espero que así sea), el detalle estaría en saber si la respuesta es la misma en las acciones. Al final, más que lo que dices, lo que importa es lo que haces.

El amor es arte y oficio

Enrique Rojas dice que «el amor es arte y oficio». El amor requiere sobre todo de las acciones pequeñas del día a día, recordemos que cada momento tenemos una oportunidad de demostrarle al otro que le amamos.

Comencemos por dejar de lado el celular (puedes hacer el ejercicio poco a poco) y poner todo nuestro esfuerzo por hacer sentir a nuestra pareja especial. Nuestro cónyuge debe saber que nada hay más importante en el mundo que estar con ella, que estar presente en la relación.

Por último te comparto algunos interrogantes que pueden ser meditados en pareja o en grupos: ¿Discutimos con frecuencia por el celular?, ¿nos sentimos ignorados la mayor parte del tiempo?, ¿compartimos tiempo juntos pero es más el que cada uno emplea en su móvil?, ¿tenemos alguna regla para su uso, por ejemplo: no móviles en la mesa?, ¿siento que es más importante el celular que yo?

(Catholic)

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